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Foto del escritorLucía Montejo

El templo griego: clasificación y tipos

¿Sabes cómo clasificar un templo griego? ¿Cuántos tipos de templo griego conoces? La clasificación del templo griego es la base y primer estadio del comentario de este tipo de obras de arte, por lo que es importante conocer cuáles son los criterios principales para su adscripción a uno u otro tipo. A continuación te explico los imprescindibles que debes conocer.


El templo griego es, sin lugar a dudas, la expresión tipológica más destacada del clasicismo heleno. En un artículo anterior sobre los orígenes de la arquitectura griega ya os había explicado cómo, desde sus orígenes, la polis griega estuvo vinculada a la aparición del templo como centro religioso, político y social de la sociedad helena: el santuario de Apolo en Thermon (o Thermos) es un buen ejemplo de ello.


A diferencia de las iglesias cristianas o, posteriormente, las mezquitas musulmanas, el templo griego no contempla la reunión de la comunidad de fieles, sino que se concibe únicamente como la casa de la divinidad (más concretamente, de su estatua), cuyo acceso estaba fuertemente restringido. Este hecho condicionó la configuración interna o partes del templo griego. Además, el hecho de que, debido a esa restricción, los ritos se desenvolvieran principalmente en el exterior ha llevado a que, en muchas ocasiones, el templo griego se haya descrito como un generador de espacio exterior.


Santuario de Delfos
Planta del gran Santuario de Delfos

Sea como sea, lo cierto es que la clasificación de los templos griegos responde a muchos y variados criterios que, además, pueden presentar diferencias cronológicas y/o regionales según su ámbito geográfico (caso de los templos de la Magna Grecia, por ejemplo).


Los templos griegos pueden clasificarse según su cronología, su orden arquitectónico, la forma de su planta, el número de columnas de su fachada, sus pórticos, etc. A continuación, te explico los criterios más utilizados y que, en cualquier caso, tienes que tener presentes sí o sí cuando abordes el comentario de un templo griego.


¡Sigue leyendo!

 


Clasificación de los templos griegos según su cronología


La historia de la arquitectura griega abarca varios siglos de desarrollo. Desde la aparición de los primeros templos a partir del siglo VIII a.C. hasta el fin de los reinos helenísticos en el 31 a.C., el templo griego vivió una evolución importante que se reflejó en sus características técnicas y estilísticas.


Así, en función de su cronología, los templos griegos pueden ser arcaicos, clásicos o helenísticos. El período arcaico abarca aproximadamente desde la aparición de los primeros templos en el siglo VII a.C. hasta principios del siglo V a.C., con ejemplos como el templo de Apolo en Thermon o el de Hera en Olimpia. La arquitectura del período clásico aparece sintetizada aproximadamente alrededor del 480 a.C. tras un primer momento de experimentación en el siglo V a.C.; es este el período del arte griego más conocido, y en el que se ubican algunas de sus obras arquitectónicas más emblemáticas como el Partenón de Atenas. Por último, el período helenístico se inicia tras la muerte de Alejandro en el 323 a.C. y se extiende hasta la victoria de Octavio en la batalla de Actium en el 31 a.C. Los templos de este periodo se caracterizan por su mayor tamaño y por una decoración más profusa, encontrando ejemplos como el templo de Artemisa en Éfeso.



Tipos de templos griegos según su orden arquitectónico


Según su orden arquitectónico, los templos griegos se clasifican en dóricos, jónicos y corintios. Es importante recordar que, aunque el elemento más conocido es el capitel, el orden arquitectónico afecta a la totalidad del edificio, tanto en su concepción general como sus elementos específicos, de manera que la adscripción a uno u otro implicará cambios en su alzado, proporciones, elementos decorativos, etc., afectando a la concepción integral del mismo. Vitruvio compiló las características de los órdenes griegos en Los diez libros de la arquitectura a partir de escritos anteriores, sirviendo de base para su difusión posterior, particularmente en el Renacimiento italiano.


El dórico es el orden más antiguo; aparece sistematizado a finales del s. VII a.C. en el Peloponeso y posteriormente se extiende tanto por la Grecia continental como por la Magna Grecia. Algunos ejemplos de templos griegos tempranos son el templo de Artemis en Corfú o el de Hera en Paestum, ambos de ca. 600 a.C.


Órdenes arquitectónicos griegos
Órdenes griegos: dórico, jónico y corintio

Mientras el dórico se expande desde la península del Peloponeso, el jónico, con su característico capital de volutas, nace en la costa este anatolia (actual Turquía), expandiéndose durante el siglo VI a.C. gracias al comercio y la fundación de colonias jonias por el mediterráneo. Frente al anterior, destaca por un mayor tamaño y monumentalidad, así como por una mayor complejidad morfológica y una mayor esbeltez. Ejemplos de ello son el Heraion de Samos o el Artemisión de Éfeso.


Por último, el orden corintio es considerado por Vitruvio un orden propio, mientras algunos autores lo engloban bajo el paraguas del jónico, como una variante del mismo, por hacer uso de elementos de este como el fuste o el entablamento en lugar de contar con elementos propios y diferenciados. Un ejemplo de templo corintio es el Olimpeion de Atenas, dedicado a Zeus Olímpico.



Tipos de templos griegos según su tipo de planta


En cuanto a la forma de su planta, los templos griegos pueden ser rectangulares, circulares e irregulares. El templo rectangular es el tipo al que responden la mayoría de templos y con el que habitualmente identificamos el paradigma de templo griego; además de los mencionados anteriormente, un ejemplo sería el templo de Zeus en Olimpia. Los templos de planta centralizada, concretamente circular, reciben el nombre de tholos (tholoi en plural); el más conocido es el tholos de Atenea Pronaia en Delfos. Además, existen una multitud de templos de planta irregular, algo típico de cronologías tempranas.


Tholos Delfos Atenea Pronaia
Tholos del santuario de Ateneia Pronaia en Delfos. Foto: Antonio De Lorenzo y Marina Ventayol.

 

Clasificación de los templos griegos según el número de naves


Junto a los criterios anteriores, podemos clasificar un templo griego en función del número de naves de su naos o cella. La mayoría de los templos griegos tienen una o tres naves. Sin embargo, existen ejemplos de templos griegos con dos naves, como por ejemplo el templo de Hera en Paestum levantado en la segunda mitad del s. VI a.C.

Templo de Hera en Paestum
Planta del templo de Hera en Paestum

¡Cuidado! En Paestum encontramos un segundo templo dedicado a la misma divinidad con un plan diferente, tres naves, levantado en el siglo siguiente.

 


Clasificación de los templos griegos según sus pórticos


Otra forma característica de clasificar los templos griegos es según el número y disposición de sus pórticos. Desde los primeros restos conservados en el siglo VII a.C., los templos griegos han incluido, al menos, un pórtico en su frente. Se trata de un elemento que, además, aparece en las maquetas de terracota de megarones micénicos de las que ya te hablé en artículos anteriores (aquí y aquí), por lo que su origen se presupone indoeuropeo.


Así, el templo griego puede ser próstilo si solo incluye un pórtico en su fachada principal, anfipróstilo si incluye además otro en su fachada posterior y, en el caso de que en pórtico se encuentre enmarcado por antas (prolongaciones del muro de la naos), se denomina in antis.

 


Clasificación de los templos griegos según el número de columnas


Además, según el número de columnas que el templo tenga en su fachada principal, un templo puede ser dístilo (dos), tetrástilo (cuatro), pentástilo (cinco), hexástilo (seis), heptástilo (siete), octástilo (ocho) o decástilo (diez).


Por ejemplo, el Partenón de Atenas es un templo octástilo, ya que tiene ocho columnas en sus lados cortos.

Partenón Atenas
Vista frontal del Partenón, con su fachada octástila

 

Clasificación de los templos griegos según la disposición de las columnas


Por último, los templos griegos se clasifican según la disposición de sus columnas exteriores, denominándose templos ápteros cuando no dispone de columnas en los laterales externos de su naos, monóptero cuando la columnata tiene una disposición circular (caso del tholos), períptero cuando las columnas rodean por completo la misma, pseudoperíptero cuando las columnas se encuentran adosadas a los muros de la cella, díptero si cuenta con doble columnata rodeándola por todos sus lados y pseudodíptero cuando o bien tiene una sola columnata que rodea la naos pero aparece espacio para otra interior que no se incluye, como en el templo G de Selinunte, o bien tiene dos, una de las cuales se encuentra adosada a los muros de la naos (combinación de díptero y pseudoperíptero).

 


Como ves, las pautas son muchas y variadas. La clasificación de los templos griegos según diversos criterios nos permite comprender mejor las obras y su evolución. Además, aunque es importante tener en cuenta que debemos adaptar el orden del comentario en función del templo y sus elementos, la combinación de todos ellos nos facilita la elaboración de una secuencia de análisis que nos permite abordar el comentario técnico con precisión, conectando los diferentes elementos estilísticos y estructurales.

 

Si te interesa seguir aprendiendo sobre historia del arte, date un paseo por el resto de artículos del blog, ¡hay para todos los gustos!

 

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